sábado, 26 de noviembre de 2011

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO I

CICLO B – TIEMPO DE ADVIENTO – DOMINGO I

Dios nos ama y cuida: nos da lo necesario para que vivamos en su grandeza, pero necesitamos atención y obediencia para gozar en su Amor

Is. 62, 16b-17.19b. 64, 2-7: "Tú, Señor, eres nuestro Padre, nuestro Redentor. ¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte?... Si rasgaras el cielo y descendieras las montañas se derretirían... ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de Ti, que hiciera tales cosas por los que esperan en Él… ¡todos somos obra de tus manos!"

Salmo 79: "Restáuranos, Señor del Universo; restauranos".

1Cor. 1, 3-9: "No dejo de dar gracias a Dios por Uds. por la gracia que les ha dado en Cristo Jesús... Él les mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables... Porque Dios es fiel y Él les ha llamado a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor".

Mc. 13, 33-37: "Jesús dijo…: Tengan cuidado… porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que... deja su casa al cuidado de sus servidores y recomienda al portero que permanezca en vela... porque no saben cuándo llegará el dueño... Esto… se lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!"

Comenzamos de nuevo un año litúrgico. En él el Señor nos ofrece profundizar-alimentar-celebrar nuestra Fe como discípulos suyos. Abramos el corazón a todos los maravillosos dones que el Señor nos dará sin límite alguno de su parte. ¡No los pongamos, neciamente, nosotros!

Dios nos invita a estar atentos. No durmamos creyendo que las prácticas religiosas sustituyen nuestro compromiso cristiano. No. Las prácticas son buenas para nosotros si les permitimos que nos ayuden a profundizar y alimentar nuestra responsabilidad evangélica en la historia concreta que ahora vivimos, si consentimos que nos centren en nuestro compromiso de vivir como testigos del Señor Jesús, el Resucitado, el fiel testigo de la Misericordia de Dios.

Dios es fiel, no falla jamás, pero, como buen padre-educador, nos pide esfuerzo diario.

Las maravillas de Dios están al alcance de quien desee percibirlas y beneficiarse de ellas. El pueblo de Israel es testigo de esto, tanto de todo lo positivo que trae consigo la confianza obediente al Señor, como de lo negativo y mortal que genera con la resistencia y la rebeldía.

Es duro aceptar nuestra culpa y sus consecuencias, pero el Dios de amor está para salvarnos

¡Cuántas veces pedimos al Señor que venga! Y, sin embargo, Él nunca se ha ido; quienes nos alejamos somos nosotros. Y nos vienen todas las desgracias, algunas con la cruel promesa de felicidad. La historia se repite porque no aprendemos a vivir atentos ni nos esforzamos por renovarnos con sinceridad. Constantemente, una generación tras otra, reedita los mismos errores.

Dios quiere hacer maravillas en nuestra vida, pero desea, ¡necesita!, ser aceptado como es.

La fidelidad de Dios nos acompaña siempre y transforma la vida de quien en Él confía

Pablo se alegra por los dones que el Señor concede en abundancia a la Comunidad cristiana y, además, está seguro de la fidelidad providente de Dios.

Si confiamos en Dios y su Providencia, es decir, en su cuidado paterno, interesado por el bien profundo de cada uno de sus hijos, maduraremos en la Fe y la viviremos con fortaleza.

Se nos pide que estemos atentos, pues Dios actúa siempre, pero los distraídos pierden sus dones

Jesús nos pide estar preparados porque la llegada del Señor no se nos avisa: está entre nosotros y todo lo que vivimos en nuestro interior, nos compromete. Toda circunstancia es una oportunidad de fidelidad, o de traición, a nuestra Misión, la misma del Señor: ¡Él nos la confió!

Vino en Belén como pobre humano; viene todos los días en todo ser humano próximo y vendrá glorioso para mostrar la verdad o mentira de las actitudes de nuestra vida: ¡atentos!

Estar preparados para servirle, para defenderle, para ofrecernos a Él, en nuestros hermanos, nos recordaba Él mismo el domingo pasado. Éste es el único criterio de éxito y fidelidad.

Pidamos a María nos ayude a mantener atento el corazón a la constante presencia de Dios.

Madre de Don Bosco y de la Familia Salesiana


¡25 de Noviembre es FIESTA SALESIANA!

Hace 155 años Mamá Margarita Madre de Don Bosco y de la Familia Salesiana, la inspiradora de la creación de la congregación y Primera Cooperadora Salesiana, hoy VENERABLE…camino a los altares”, nació al cielo un día como hoy el año de 1,856 con tan sólo 68 años de edad.

Ciertamente Mamá Margarita estuvo presente, también activamente, en el primer desarrollo “espiritual” de la obra: los primeros momentos de formación del método y del clima salesiano, la presencia y el acompañamiento de los primeros discípulos: Cagliero, Rua, Don Alasonatti y Domingo Savio; las primeras Compañías, los primeros frutos de santidad, los primeros clérigos y la preparación de la Sociedad Salesiana, que será fundada sólo tres años después de su muerte.

La presencia femenina y maternal es un hecho único en la historia de los Fundadores de Congregaciones educativas. “La Congregación Salesiana nació en las rodillas de Mamá Margarita”, ha escrito un biógrafo de Don Bosco.

Sin embargo, la más hermosa de las tareas de Mamá Margarita fue aquella en la que usaba no sólo los brazos, sino su corazón, su talento innato de educadora. Todos aquellos huérfanos la llamaban “mamá”: estaba bien claro que no se limitaba a ser su cocinera o su ropera. Tenían en ella una confianza total. A lo largo de la jornada ella intervenía para corregir, exhortar, consolar, ofrecer el consejo oportuno, para formar su carácter y su corazón de creyentes, para recordar la presencia de Dios, invitar a ir a confesarse con Don Bosco y recomendar la devoción a María.

Se puede afirmar que a Mamá Margarita hay que atribuir el mérito de haber sembrado en Don Bosco los gérmenes del célebre trinomio: razón, religión, amor, que ella vivió sencillamente en su calma, afabilidad y autoridad. La divina Providencia le concedió la gracia de ser una educadora “salesiana”, animada de un amor preventivo que sabía comprender, exigir, corregir, esperar y sonreír.

Por todo esto, no fue casualidad que Don Bosco naciera a los altares como Santo de la iglesia un 01 de abril de 1,924, fecha de su canonización y “cumpleaños de Mamá Margarita”, conozcámosla un poco más y asombrémonos de cómo Dios en su infinita misericordia se manifiesta y da sabiduría aún a los más pobres y necesitados si le tienen FE.

En muchas partes del mundo salesiano se celebra el día de hoy “el día del Salesiano Cooperador” y se realizan nuevas promesas y se renuevan otras, recemos por las vocaciones de esta rama de la familia salesiana de la que Don Bosco dijo: “El futuro de la congregación está en manos de los cooperadores salesianos, la mano de Dios guía sus pasos, podra ser una utopía mía pero la mantengo”. Un Abrazo a la distancia para todos los Salesianos Cooperadores del Perú y del Mundo Salesiano.

Adjunto un archivo alusivo lo que de seguro será tan sólo la primera entrega de una serie sobre esta santa mujer:

“MAMÁ MARGARITA MADRE DE DON BOSCO Y DE LA FAMILIA SALESIANA”

(Encender audio)

Saludos

Jorge Bravo S.

Salesiano Cooperador

domingo, 21 de agosto de 2011

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XXI

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XXI

Los planes de Dios están centrados en la grandeza del hombre, por eso no deja de comunicarse con él y cuidar de él a través de la historia

Is. 22, 19-23: "Yo… te destituiré de tu cargo. Y aquel día, yo llamaré a mi servidor… pondré tus poderes en su mano y él será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá. Lo clavaré como estaca en sitio firme…"

Sal. 137: "Tu Amor es eterno, Señor".

Rm. 11, 33-36: "¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos!... ¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido? Porque todo viene de Él, ha sido hecho por Él, y es para Él. ¡A Él sea la gloria eternamente! Amén".

Mt. 16, 13-20: "…Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre?...» Ellos contestaron: «Unos dicen que es… alguno de los profetas» «Y Uds. –les preguntó– ¿quién dicen que soy yo?»… Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, porque… te lo ha revelado… mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia y el poder de la muerte no podrá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos…» Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él era el Mesías".

Dios es nuestro Padre y lo es de verdad; no es teoría ni deseo ni ilusión. A una mirada de Fe, atenta y profunda, se le revela que toda la historia de Israel y de la Iglesia lo confirma.

Todo, en la realidad, es cariñosamente cuidado por Dios, su hacedor; pero, así como las cosas se rigen por las leyes que Dios puso en su naturaleza, al crearlas, la historia humana no es así: toda la Biblia nos muestra que Dios la dirige, respetando la libertad de cada persona, pero sin cederle el definir los planes y las decisiones finales respecto al conjunto. Al fin de todo será como Dios lo pensó para el bien de sus hijos; pero, en él, cada uno define su lugar y nivel.

Él, según la herencia de cada persona, le señala a cada uno su vocación y tarea. Todo según lo que cada uno puede afrontar, aunque sea con sacrificio. Si decidimos según la Voluntad de grandeza de Dios, todo nos llevará a niveles cada día más profundos y grandes dentro de las propias reales posibilidades, que Dios bien conoce.

El Padre elige a Pedro como portavoz de la Fe en Cristo, el Hijo de Dios vivo, el Salvador, él deberá asumir su responsabilidad de guía iluminado con una docilidad a toda prueba.

Ni Israel ni ninguna comunidad o persona que diga tener a Dios como su Señor, deberán dejarse llevar por criterios o ideologías que no se apoyen en los pensamientos del Señor, puesto que, si lo hicieren, esto le llevará a la ruina personal y hasta a desviar a muchos otros.

Los planes de Dios nos superan infinitamente, es mejor tratar de conocerlos y venerarlos.

Quien glorifica y hace honor a la Voluntad de Dios, gozará de su paz, vida y grandeza.

Cuando Dios da una autoridad espera que ésta sea imagen de su paternidad para la vida

Dar las llaves era un signo de dar autoridad para un servicio, más o menos importante.

Al funcionario se le dan las llaves de palacio para cuidar a las personas que se le confían. Si falla, se lo sustituye; porque lo importante es el bien de las personas, no el poder de nadie.

Ante los planes de Dios, lo lógico es buscarlos conocer con sincera y humilde docilidad

Pablo proclama la maravillosa sabiduría de Dios que todo lo organiza para el bien de todos y esto desde la creación de cada persona. Dios nunca descansa, como su Amor Eterno.

En Dios solo hay un fin: que la persona humana conozca y goce su Amor y, viviéndolo, lo pueda compartir para, así, hacerlo más profundo y vibrante en su historia personal y social.

La Fe proclamada por Pedro es la piedra fundamental sobre la que Cristo construye su Iglesia

Creer en Jesús como el Mesías, Hijo de Dios vivo, nos abre a la posibilidad de integrarnos plenamente a la Comunión Trinitaria, que se expresa hoy en la Comunidad cristiana.

Pedro es elegido por el Padre como la cabeza, al revelarle la identidad de Jesús y darle la fuerza de proclamarla en medio de la Comunidad de los discípulos de Jesús y en su nombre.

Esta Fe, proclamada por él, será la roca sobre la que Cristo edificará su Iglesia cada día.

Pidamos a María madurar cada día nuestra Fe en el Señor Jesús y confiar mejor en Él.

domingo, 19 de junio de 2011

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XII

CICLO A – TIEMPO ORDINARIO - DOMINGO XII

SANTÍSIMA TRINIDAD

La fidelidad de Dios es eterna y Él está siempre con nosotros, a pesar de nuestra terquedad: nos toca a nosotros vivir en su Paz y Amor

Ex 34, 4b-6.8-9: "Moisés subió al Sinaí, como el Señor se lo había ordenado,… el Señor descendió en la nube y permaneció allí… El Señor pasó delante de él exclamando: «Yo soy el Señor: Dios clemente y compasivo, lento para castigar y generoso en amor y fidelidad». Moisés se postró diciendo: «…dígnate, Señor, acompañarnos. Es verdad que éste es un pueblo obstinado, pero perdona… y conviértenos en tu herencia»."

Dn. 3, 52-56: "A Ti, eternamente, gloria y honor".

2Cor. 13, 11-13: "Alégrense y trabajen por alcanzar la perfección; anímense unos a otros; vivan en armonía y en paz. Entonces el Dios del Amor y de la Paz permanecerá con Uds…. La gracia del Señor Jesucristo; el Amor de Dios Padre y la Comunión del Espíritu Santo estén con todos Uds. constantemente".

Jn. 3, 16-18: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga Vida Eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios".

Dios merece toda la gloria y honor, pues sólo Él, en persona, nos ama hasta crearnos personalmente, sin excepción, para que seamos sus hijos; es nuestro redentor personal para que vivamos su Vida y a cada uno santifica para que gocemos su Amor en creciente plenitud.

Podemos estar seguros: el Amor le ha llevado a entregarse y a quedarse con nosotros.

No busca poder, pues lo tiene todo; busca, más bien, que seamos libres y grandes como Él, sin ataduras entorpecedoras: ¡para eso nos creó! y necesitamos todo su poder para ser personas abiertas al hermano, libres, exitosas y felices. Por eso Moisés pide a Dios que les acompañe en el camino y, para eso, Jesús se queda como Eucaristía y nos envía al Espíritu Santo.

El mismo Jesús, el Hijo Único de Dios encarnado, es nuestra Salvación. Ésta no es algo diferente a Él, sino su persona, por eso es vital creer en Él: Él es el camino de la máxima grandeza humana. ¡Qué lástima que andemos tan engañados y condenados a una búsqueda tan desconcertante, dura y dolorosa por sus escasos y decepcionantes frutos! Para ayudarnos Dios, el Padre, envió a su Hijo, que es el único que lo conoce pues, de su misma naturaleza, vive con Él.

Fe es confianza obediente: aceptar la persona de Jesús y sus propuestas, caminar, construyendo Comunión con los otros creyentes, tras las huellas de Jesús, cada uno a su paso y con su carga, sí, pero siempre tras las huellas de Jesús: según Él nos indique y con las mediaciones que Él señale, aunque no siempre las entendamos demasiado y hasta no nos agraden mucho.

Dios está a nuestro favor; aunque débiles, basta abrirnos con oración sincera y comprometida

Es el Señor quien, en su Amor Eterno, nos llama, sin cansarse, para compartir sus dones. Él nos invita sin fin a ser tan señores de nosotros mismos, que aceptemos dar la vida a otros; Él se nos ofrece incesantemente para llenarnos de su Sabiduría, Paz y Felicidad inalterables.

Nos toca responder. Él no puede hacer más. Obligarnos sería anular la alegría de nuestra vida. Toda idolatría nos esclaviza, nos da infelicidad y paraliza nuestro real desarrollo integral.

El perdón y la paz son signos de la presencia de Dios entre nosotros, nos toca aprender a vivir

La armonía y apoyo entre los miembros de la Comunidad cristiana, que es, por sí misma, universal, es decir, católica, muestra la presencia del Amor del Padre, la Gracia salvadora del Hijo, que nos ayuda a liberarnos del egoísmo, y la Comunión de Vida del Espíritu Santo.

Los problemas siempre estarán; se trata de superarlos como miembros de la familia de Dios. Dios también está siempre; con Él podemos superarlo todo, si, atentos, le somos dóciles.

Dios lo da todo por nosotros, pero no puede hacer lo que a nosotros corresponde: aceptarle.

Como Abraham, a pedido de Dios, entregó a su único hijo, así el Padre-Dios, ante la necesidad del hombre, entrega a su Hijo Unigénito para salvar a todos. Nunca para condenar.

Cada persona deberá aceptar la Salvación que viene del Padre por Hijo Único, el amado.

Pidamos a María docilidad al Espíritu y vivir la salvación del Padre por el Hijo, el Cristo.

Retomamos el Tiempo Ordinario, que alguno podría pensar como el tiempo de la monotonía, de la vida sin aliciente, pero con la presencia de la Comunión Trinitaria.

Pero no es cierto. Si estamos con el Dios Uno y Trino, no hay posibilidad de monotonía, todo nuestro tiempo se convierte en el tiempo de la perpetua sorpresa, pues Dios siempre es sorprendente. Cada día te pide algo que no pensabas: '¿podrás asumir el reto que te propongo al tener que tratar a esta persona que tanto te cuesta soportar o perdonar o acompañar o estimular?'; '¿te atreves a vivir con los criterios de tu Redentor en este ambiente nada sencillo?'; '¿vas a luchar para no dejarte ganar por la vagancia o la tristeza o la desesperación o el aburrimiento o el fastidio o el cansancio o las malas costumbres o el miedo a quedar mal?'

Dios, el Uno y Trino, nunca nos abandona; nunca nos deja... "en paz": como buen entrenador, siempre nos lanza nuevos retos porque nos quiere grandes, muy grandes, ¡como Él! Y para esto se necesita mucho ejercicio y entrenamiento cotidiano y cada vez a mayor profundidad; y todo esto exige mucha alimentación santa', 'estudio profundo' e intimidad con el Maestro de Vida Eterna, ésta que no viene después, sino que es necesario, si la queremos gozar para siempre, aprender a vivirla cada vez mejor aquí, en esta segunda etapa de nuestra vida tan compleja, en la etapa de la definición y responsabilidad de las decisiones que se toman, aun cuando no todas resulten como pensábamos o deseábamos.

Lo único monótono que tiene el "Tiempo Ordinario" es que, en cada Eucaristía, somos invitados, sin oropeles ni 'fiesta', a ser más y a caminar tras las huellas de Jesús en el desarrollo silencioso de todos los días. Es el tiempo del crecimiento a cada vez mayor profundidad, de personalizar la Fe sin bombos ni platillos, sin celebrarla a lo grande, pero con la Resurrección de fondo, sí, como un horizonte exigente y nunca todavía alcanzado aquí, de modo que, si nos despistamos, hasta podemos perderla de vista y así se nos irá borrando este horizonte y ya no sabremos qué significa de verdad ser cristiano y pasaremos a ser uno más y hasta más vacío que los demás. Es el tiempo en el que se nos invita a vivir a mayor intensidad y profundidad la Fe para no perder el ritmo, el gusto y el gozo que transmite Vida Nueva en este mundo tan viejo.

Dios, todo Él, nos acompaña cada día, pero debemos estar atentos y cerca para vivirlo y poderlo comunicar a todos, iniciando por los hermanos, que son los más difíciles de convencer. Él siempre está para salvarnos, si lo aceptamos, pues la Salvación que fuera obligada sería cadena que mata la alegría y, sin alegría y paz interior, no hay Vida Eterna, no hay Dios real, vivo y presente.

Que María nos ayude a vivir en su actitud de apertura que engendra la Palabra en el propio interior para darla a los hermanos.

Dios les bendiga.

Unidos en oración con María, en el Corazón de Cristo Jesús:

P. José Mª Doménech SDB

domingo, 22 de mayo de 2011

Domingo de Pascua V

DOMINGO DE PASCUA V


Los servicios en la vida de la Comunidad cristiana dependen del Espíritu que anima a los fieles: lo básico es vivir en Cristo y como Él.


Hch. 6, 1-7: "…el número de los discípulos aumentaba… los inmigrantes de lengua griega comenzaron a murmurar contra los hebreos porque, en la ayuda diaria, se desatendía a sus viudas. Los doce convocaron a los todos discípulos y les dijeron: «No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para servir las mesas. …busquen entre Uds. a siete hombre de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea, de modo que nosotros podamos dedicarnos a la oración y al ministerio de la palabra» La asamblea aprobó de muy buena gana la propuesta… Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más…"


Salmo 22: "Señor, que descienda tu amor sobre nosotros"


1P. 2, 4-9: "Al acercarse al Señor, la Piedra Viva,… también Uds…. son edificados como una casa espiritual para ejercer un sacerdocio santo y ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por Jesucristo… Uds. son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que les llamó de las tinieblas a su luz admirable… Uds…. han alcanzado la Misericordia".


Jn. 14, 1-12: "En la última cena, Jesús dijo a sus discípulos: «No se inquieten, crean en Dios y crean también en mí… volveré otra vez para llevarles conmigo, a fin de que donde yo esté, también estén Uds…. Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, si no es por mí… Las palabras que digo no son mías: el Padre, que habita en mí, es el que hace las obras. Créanme: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí… Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo voy al Padre".


¡Cuántas veces soñamos que las cosas nos resulten exitosas, pero con poco riesgo y mínimo esfuerzo! Pero no es ésta la realidad. Los riesgos siempre están presentes en todo, también en la Fe. No hay fe sin dificultades. La Fe cristiana está llena de sacrificios y luchas.


El Señor nos hace su Pueblo, pero, para que esto sea históricamente efectivo, también nos pide que seamos como Él y Él es donación, servicio atento y entrega de la propia vida.


Las obras de la Fe que estamos llamados a hacer son maravillosas, pero tengamos en cuenta que, ante todo, son obras en el interior de las personas, la nuestra y la ajena, y serán estas personas las que lo harán historia patente cuando llegue el tiempo de la Gracia en la libertad, no somos nosotros los dueños de su decisión; pues todo trabajo con personas tiene el riesgo de no ser aceptado, pues son libres. Si Jesús recibe negativas, a nosotros no nos irá mejor.


Jesús nos enseña que lo importante es no vivir de espaldas a la realidad. Somos débiles y muy limitados en todos los sentidos. Aprendamos a vivir en la presencia de Dios y a buscar en Él la luz para resolver los problemas, que, por otro lado, son inevitables. Somos Pueblo de Dios y Nación Santa porque nuestros criterios los marca el Espíritu Santo que el Padre y el Hijo nos han dado.


Este estilo de vida ya es una maravilla extraordinaria, pues, lo que humanamente se nos escapa, el Señor nos enseña a orientarlo para la Vida en la Verdad haciendo brillar el Amor.


El Evangelio no es un código de normas para el ‘buen vivir’, sino un Espíritu de Vida y Servicio fraterno marcado por el amor a la vida y a la paz, propio de la paternidad de Dios.



Las dificultades para una Comunidad de Fe son la ocasión para construir novedad de vida


Los apóstoles nos enseñan el mejor modo de afrontar un conflicto: encararlo, dialogar en la verdad, buscar el Bien Común y orar pidiendo luz dispuestos a asumir la mejor decisión.


Los conflictos nunca faltarán, pues somos limitados, pero, con Dios, nos llevan a la Vida.



Seguir y vivir en Cristo es esencia de la Vida de Fe; basar en Él la vida personal y comunitaria


Cristo nos da una Vida Nueva y el Espíritu para vivirla así todo lo cotidiano es oración.


Somos pueblo santo porque nos guía la Santidad de Dios: en ella avanzamos cada día.



Jesús nos pide confianza para que las maravillas de Dios sean manifiestas en nuestras obras

Jesús nos pide fiarnos de Él, pues Él, que es Vida y Verdad, nos lleva al Padre: más, en Él, en sus obras, que son las del Padre, vemos al mismo Padre; y nosotros, si somos su Comunidad, debemos mostrar la persona y las obras de Cristo Jesús, así todos podrán ir al Padre.


Sólo Cristo nos lleva al Padre, no hay otro camino: Él es nuestra Vida y Gloria.


Pidamos a María unir nuestra vida, personal y comunitaria, a Cristo y testificar su Amor.


¡¡¡FELIZ FIESTA DE MARÍA AUXILIADORA A TODOS, salesianos o no, pues ella es Madre, y, por tanto, auxiliadora de todos y cada uno de sus hijos, es decir, todos por naturaleza de su ser por Voluntad de Dios!!!


¿Quién desea los problemas?


La respuesta unánime es "¡Nadie!". Aunque alguno aclarará que los problemas son ocasión de maduración; realidad que nadie discutirá.


Pero una cosa es esto y otra que sean apetecibles.


De los problemas nadie se escapa, ni chico ni grande, ni poderoso ni desheredado, ni ateo ni religioso, ni santo ni pecador. Todos los debemos afrontar, aunque no queramos, y en este caso es peor todavía.


También la primera comunidad lo tuvo, y el suyo fue grave, pues tuvo al inicio de su vida como tal. Pero, siguiendo el Espíritu del Señor Jesús, supieron afrontarlo y lo hicieron con éxito tal, que la institución que entre todos instauraron aún perdura, aun con las modificaciones que el paso de los tiempos ha sugerido.


Lo importante es dejarse guiar por el Espíritu, pues es eso lo que nos hace real y verdadero Pueblo Sacerdotal, Nación Santa, Pueblo de la propiedad de Dios.


Cristo Jesús jamás nos abandona, no sólo nos ha dado su Espíritu proveniente del Padre, sino que se ha quedado con nosotros, al mismo tiempo que "nos prepara un lugar" en el corazón del Padre, en el que lo tenemos muy grande ya reservado desde que fuimos creados.


En realidad somos nosotros los que debemos preparar al Padre un lugar todo para Él...


La verdad es que ya está ahí, pero no actuará con libertad sus Maravillas hasta que no se lo permitamos.


Él nos respeta, aunque nosotros no siempre le respetemos a Él como nos conviene.


Dios quiere vernos hacer maravillas, como Jesús ¡y hasta mayores!, pues eso es nuestra maduración y desarrollo y su Gloria y, en correlación inevitable, la nuestra.


Abrámonos a Jesús, como María, y seamos sus adecuados hijos e hijas, para ser los hermanos que la humanidad necesita.


Dios nos bendiga a todos.


Unidos en oración con María, nuestra Madre Auxiliadora:


P. José Mª Doménech SDB

sábado, 14 de mayo de 2011

Domingo de Pascua IV

DOMINGO DE PASCUA IV


Jesús, el Buen Pastor, con su Vida nos enseña a vivir en la Salvación que Él nos ‘gana’ con la oblación de su persona. Nos toca decidirnos.


Hch. 2, 14a. 36-41: "Pedro… dijo: «Todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús, que Uds. crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías»… todos se conmovieron profundamente y dijeron a Pedro…: «Hermanos, ¿qué debemos hacer?» Pedro les respondió: «Que cada uno se convierta y se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para que le sean perdonados sus pecados y así recibirán el don del Espíritu Santo…» Y… los exhortaba a que se pusieran a salvo de esta generación perversa…"


Salmo 22: "El Señor es mi pastor, nada me puede faltar"


1P. 2, 20b-25: "Si, a pesar de hacer el bien, Uds. soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios. A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por Uds. y les dejó un ejemplo para que sigan sus huellas… mientras padecía no profería amenazas, sino que confiaba su causa al que juzga rectamente… a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Por sus llagas han sido sanados. Antes andaban como ovejas perdidas, ahora han vuelto al Pastor y Guardián de Uds.".


Jn. 10, 1-10: "Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas… es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a las suyas por su nombre y las hace salir… va delante de ellas y las ovejas le siguen… Les aseguro: Yo soy la Puerta de las ovejas… El que entra por Mí se salvará, y podrá entrar y salir y encontrará su alimento… Yo he venido para que tengan Vida y la tengan abundante".


La puerta, para los antiguos, no era sólo un lugar de paso, de entrada y salida, sino un ambiente lleno de vida: era un lugar de compra y venta, de encuentro, de fiesta y alegría porque llegar a las puertas de una ciudad era llegar a la seguridad.


Mientras vamos de camino, nos acechan peligros, nos podemos desviar, estamos expuestos a las tempestades sin un lugar donde encontrar defensa y protección. ¿Quién no busca seguridad y paz interior? ¿Dónde encontrar una amistad fiel y permanente, ser aceptado sin condiciones, recibir el estímulo necesario para seguir siendo nosotros, cada vez mejores?


Jesús, al decir que es la Puerta, nos está diciendo esto: que Él es quien nos puede dar alegría-paz-serenidad-vida en abundancia. Nos da, en su propia persona, la seguridad de la Salvación. Él, porque nos ama, nos conoce personalmente y nos llama por nuestro nombre.


Tal vez nuestro problema mayor está, no en los peligros que trae consigo el ser cristiano coherente, que los trae de verdad, ni en lo que cuesta seguirle, sino en que no le conocernos ni nos fiamos de Él, y, por esto, ni escuchamos su voz, ni, menos todavía, nos atrevemos a seguirle.


“¡Conviértanse!”, “sálvense de esta generación perversa”, nos dice el apóstol Pedro sin miramientos. Sería lo mismo que decirnos: ‘entren por la Puerta’, ‘vengan a un lugar seguro, lleno del Espíritu de Paz y de Vida en abundancia’.



La salvación está en Jesús, proclama Pedro, y la aceptamos al unirnos a Él en su Comunidad


La crucifixión no desacreditó a Jesús, sino, más bien, lo acreditó como el Mesías, destructor de la muerte y vencedor del mal, pero sólo en los que le aceptan como Salvador.


La persona atenta y espiritualmente libre y madura, se abre a esta Nueva Vida.



Aceptar a Jesús tiene consecuencias dolorosas; soportarlas en la Fe es un don de Dios


Ser cristiano es una vital opción personal nunca fácil, y no se puede imponer; por eso hay bautizados que aun no han optado por seguir a Cristo y vivir en Él, y viven como paganos buena-gente. Tal vez con alguna costumbre cristiana, pero no de las que imponen dolorosas renuncias, serios sacrificios, costosa fidelidad a su Comunidad y riesgos importantes por Cristo.


Cristo nos guía y alimenta con su vida para que seamos otro Cristo en medio de todos.



Jesús se nos ofrece estando todo Él a nuestra disposición; aceptarlo es abrirse a la Vida Plena

El pastor vive para las ovejas y cerca de ellas, no las usa. Les da paz, seguridad y vida, aun a costa de su vida. Jesús se nos presenta así: es el ‘lugar’ de la Paz y de la Vida Plena.


Aceptarlo a Él es entrar en el mundo de la salvación, de la libertad y del buen alimento.


Jesús nos llama por nuestro nombre pues su relación con nosotros es personal, pero sólo tiene tal intimidad con Él, con el gozo y paz que generan, quien lucha por vivir cada día en Él.


Pidamos a María seguir a Cristo, vivir en Él, construir su Comunidad, aun en el dolor.


Ante todo, a mis hermanas salesianas, para el día viernes 13: ¡Feliz fiesta de María Mazzarello!


Pasemos a la reflexión sobre este domingo cuarto de Pascua.


Si "entras por la Puerta", estarás al amparo de las inclemencias de la inseguridad y de la agresividad del desconcierto.


Jesús nos ofrece su orientación, pero, precisamente porque nos quiere llevar por los caminos de la Vida Plena, necesita que asumamos el riesgo de optar libremente por Él, todos, cada uno en su propia conciencia.


¡Cuántos quisieran que Dios tomara sobre sí la pesada carga, para algunos demasiado pesada por el riesgo que implica,


de ser libres!


Pero ésa, precisamente esa carga, Dios no la puede tomar sobre sí, tal vez sea la única que no puede asumir, pues es lo que nos identifica como personas y nos distingue a unos de los otros y a todos los humanos del resto de la creación.


Ésta es precisamente la vía de la filiación divina. Ser como Dios es ser libres como Él y tomar sobre nuestros hombros las decisiones que asumimos a la hora de definir el camino de la vida personal en orden al futuro al que nos dirigimos.


Nos podemos ayudar en casi todo, pero no a la hora de decidir en nuestro interior. La conciencia de la persona es solo de ella y Dios la respeta: por eso nos orienta, no ilumina, nos da su Espíritu, nos alimenta con su propia Vida, pero a la hora de decidir, eso lo debe hacer cada uno... ¡Y asumir las consecuencias!


Jesús decidió aceptar la Voluntad de su Padre y asumirla como la suya propia... y esto le llevó hasta la horrorosa y exaltadora pasión que nos abrió la puerta de la Vida, pero cuando le pidió al Padre que interviniera a su favor, lo que sintió fue solo silencio, lleno de una inmensa cercanía de amor, pero silencio doloroso, que sólo sería roto el tercer día, primero de la semana tradicional judía, con la nueva creación que inauguraba, para toda la humanidad, la Resurrección.


Ya es de todos esta maravillosa Vida Nueva.


El Evangelio es patrimonio de la humanidad, pero cada uno deberá asumirlo y vivir esta Vida en primera persona y nadie, absolutamente nadie, ni Dios, podrá suplir la decisión personal.


Para que ésta no fuera muy pesada, y a veces desconcertante, el Padre pidió a su Hijo encarnado, Jesucristo, que fundara la Comunidad de los Discípulos suyos, que estuviera abierta a todo lo que Dios le dijera y pidiera, a toda persona de buena voluntad y a todo camino que llevará a la glorificación del Nombre de Dios en cada persona, pueblo y cultura. Es decir, le pidió que fundara una Comunidad Católica, no cerrada a nada ni a nadie que aceptara a Jesús como su Señor y Dios en el Padre por el Espíritu Santo.


Aceptemos escuchar la voz de nuestro Pastor, Jesús.


Entremos por la Puerta de la Vida Nueva y de la Paz Profunda.


¿Vendrán dolores y dificultades por haberlo hecho? Sin duda, siempre los ha habido. No temamos, el Señor Resucitado nos ha dado su Espíritu de Fortaleza y nos llenará de su Paz y Sabiduría.


Si nos convertimos cada día al Señor Jesús, el futuro está asegurado y el miedo o desconcierto no nos podrá vencer, aunque, sin duda, como a todo el mundo, nos atacarán sin compasión, pero el Espíritu de Dios estará con nosotros. Así lo vivió, durante toda su vida, María, la Madre de Jesús y Madre nuestra, y con ella, José y Jesús y nosotros, claro que cada uno a su tiempo y a su modo, pues no hay dos vidas iguales, aunque todas, de un modo u otro, deban transitar por caminos similares, pero cada una tiene su caminar y crea su historia, con sus consecuencias, y eso hace la diferencia.


Dios nos bendice a todos. Que Él nos dé la Sabiduría de asumir seriamente, en cada momento de la vida, nuestras propias responsabilidades al definir nuestros pasos en la Fe que permea toda la vida cotidiana.


Recemos unos por otros.


Unidos en oración con María, nuestra Madre Auxiliadora, cuya novena vamos a comenzar el día domingo:


P. José Mª Doménech SDB

lunes, 9 de mayo de 2011

NOVENA A MARÍA AUXILIADORA

NOVENA A MARÍA AUXILIADORA - PIURA,

DEL 15 AL 24 DE MAYO DEL 2011

“MARÍA, LA MUJER BIENAVENTURADA”

Bajo el título “MARÍA: ¡LA BIENAVENTURADA!” del 15 al 24 de mayo, se realizará la tradicional Novena y Procesión en honor a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de la “Auxiliadora de los cristianos”, la Madre y Señora de Piura”. De acuerdo al programa, las misas se realizarán en el siguiente horario:

En el Santuario de María Auxiliadora:

· De lunes a viernes, 6.45 y 8.00 de la mañana;

· Sábado, a las 7.00 de la mañana

· Domingo, a las 7.00, 9.00 y 11.00 de la mañana

En el patio techado del colegio Salesiano-Don Bosco:

Las Misas y Novenas se celebrarán en los tradicionales horarios de las 5 y 7 de la tarde-noche; esta última Novena de cada día será trasmitida por Radio Piura, y por televisión Salesiana: eprensasdbpiura.blogspot.com

El esquema de cada una de estas celebraciones comprende: Rezo del Rosario, celebración de la santa Misa, con la prédica, y, al final, bendición de María Auxiliadora.

Este año el predicador oficial de la Novena será el salesiano Padre José Antonio Pachas SDB

El día 23 es la solemne víspera, después de la Novena de las 7 p.m., se realizará la tradicional verbena que finalizará, pasada la media noche, con quema de un castillo de fuegos artificiales.

Para el día de la fiesta, martes 24 de mayo, a las 07.00 horas, se celebrará la Misa cantada en el Santuario de la Madre. A las 09.00 hrs. la Eucaristía juvenil en el patio techado del colegio Salesiano-Don Bosco. A las 11.00 solemne Misa de Fiesta, concelebrada, presidida por el Arzobispo Metropolitano Mons. José Antonio Eguren Anselmi, en el Santuario de María Auxiliadora.

Por la tarde, a las 4.30 p.m., saldrá la procesión. Dada la actual situación de las pistas y veredas de Piura y Castilla, el recorrido procesional se comunicará oportunamente.

Los Temas y Participaciones serán los siguientes;

Domingo 15: MARÍA Y LA POBREZA DE ESPÍRITU

La Bienaventurada Virgen María, Reina y Madre de misericordia.

Participan: 1º ESM (5.00 p.m.), Salesianos Cooperadores (7.pm)

Lunes 16: MARÍA Y LA MANSEDUMBRE

La Bienaventurada Virgen María, causa de nuestra alegría.

Participan: 1º EPM (5.00 p.m.), Colaboradores laicos del Colegio Don Bosco (7.pm)

Martes 17: MARÍA Y EL LLANTO FELIZ

La Bienaventurada Virgen María junto a la cruz del Señor.

Participan: 2º ESM (5.00 p.m.), CETPRO Madre Mazzarello (7.pm)

Miércoles 18: MARÍA Y EL HAMBRE Y SED DE JUSTICIA

La Bienaventurada Virgen María, discípula del Señor.

Participan: 2º EPM (5.00 p.m.), BOSCONIA (7.pm)

Jueves 19: MARÍA Y LA MISERICORDIA

La Bienaventurada Virgen María, la Virgen de Caná.

Participan: 3º ESM (5.00 p.m.), ADS: Asociación de Damas Salesianas (7.pm)

Viernes 20: MARÍA Y LA PUREZA DE CORAZÓN

La Bienaventurada Virgen María, la mujer nueva.

Participan: 3º y 4° EPM (5.00 p.m.), Mamá Margarita (7.pm)

Sábado 21: MARÍA Y LA PAZ

Bienaventurada Virgen María en la presentación del Señor.

Participan: 4º ESM (5.00 p.m.), Oratorios Salesianos, Grupos Juveniles y catequistas. (7.pm)

Domingo 22: MARÍA Y LA PERSECUCIÓN POR CRISTO

La Bienaventurada Virgen María, Santa María de Nazaret.

Participan: 5º y 6° EPM (5.00 p.m.), PP.FF Colegio Don Bosco (7.pm)

Lunes 23: MARÍA, LA MUJER BIENAVENTURADA

La Bienaventurada Virgen María, Madre del consuelo.

Participan: 5º ESM (5.00 p.m.), Exalumnos y Amigos de Don Bosco (7.pm)

Martes 24: MARÍA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS

Participan: Equipo Pastoral y 4º ESM (9.00 a.m. Misa Juvenil), ADMA: Asociación de María Auxiliadora (11 a.m., Misa central). Promoción 86 (Después de la procesión)